VIDA REAL
Un blog, una especie de diario de vida que, a diferencia de esos antiguos registros asociados al romanticismo infantil femenino o al egocentrismo del artista que está pensando en su biografía, reflejan una vía de escape a la creatividad o a la emoción de seres humanos corrientes, un espacio para decir cosas de esa manera que no puedes decir hablando, a estar presente en un fenómeno que quien sabe cuanto dure, a estirar los dedos y practicar éste extraño hobby de jugar con las palabras, y atentamente esperar que alguna persona (a veces con una sola, no cualquiera, basta) entre y lea lo que escribes. Pensaba en eso mientras conducía en la noche y pensé en algo que no había escrito nunca. No sólo eso. El pensamiento rápidamente derivó en todas aquellas frases que han aparecido en éste blog, hablando de cosas que podrían parecer íntimas, y que en realidad no lo son, o nunca lo sentí así al escribirlas. Todo lo que aquí he escrito, lo he dicho o lo podría decir en la “vida real” sin un asomo de vergüenza, y por cierto con menos de éste siútico jugueteo.
¿Y lo que no he escrito?¿Y lo que no he dicho?. Hay verdades tan simples que nos invaden, sencillas como la tierra seca, que ocultamos al mundo por temor precisamente a parecer tan sencillos que nos etiquetaríamos de vulnerables. Y bueno, hoy voy a hablar de esas verdades, quiero una pequeña catarsis, quiero decir algunas cosas, en palabras simples y reales. Quiero contar algunas verdades por la terapéutica razón de leerme en un tiempo más y saber quien fui el día que las escribí. Verdades sencillas como que odio bañarme y me gusta limpiarme la nariz con los dedos. Contar que hay días en que querer a la familia es una carga sofocante de la cual me gustaría librarme, y que internamente me avergüenzo de hablar tanto en público y siento rabia por ser de esa odiable clase de majaderos-sabelotodos-que-nunca-pierden. Aprovecho de decir que siendo socialista hasta el ADN, detesto a la mayoría de los pobres que conozco por flojos e ignorantes y que por otro lado, desprecio tanto los ideales de la derecha que soy capaz de mentir por defender mis principios políticos. Aquí voy con otras verdades más : Cada día se agrega una nueva gota de envidia en mi mente al pensar en mis coetáneos con hijos. Hay días que pienso que soy estéril y me da miedo averiguarlo. Estoy seguro de que me han querido más mujeres de las que oficialmente lo han hecho. Tan seguro como que sé que he querido a menos mujeres de a las que oficialmente se los he dicho. Y sigo : A diario me siento mas mediocre y tonto que esa imagen que trato de proyectar al mundo, y en secreto voy a la iglesia todas las semanas, en un horario solitario y rezo. Y en esos rezos le digo a Dios que volví a creer en él no porque realmente crea que existe, sino porque prefiero que exista. Sumemos a ésta cataris la siguiente lista : El mejor momento de mi rutina diaria es cuando salgo a visitar clientes y tengo tiempo de cantar en voz alta dentro de mi auto. Casi todos mis amigos me aburren y últimamente he creído que en realidad no tengo amigos. Mi habitación está sucia casi todo el tiempo. Pagaría por nacer de nuevo y ser hincha del Colo Colo. Me gustan los días soleados porque en los nublados me deprimo. Dejo inconcluso cada proyecto personal que inicio. Prefiero viajar solo SIEMPRE, aún cuando digo que lo he pasado bien, ahí probablemente estoy fingiendo. Consumo voluntariamente antibióticos todo el año, me hacen sentir seguro y freak, y eso me otorga un extraño tipo de orgullo. Me acuerdo de ti cuando suena (sí, creélo) una canción de Arjona que habla de los daños a terceros, y pienso en los daños a terceros, segundos y primeros y en cuanto nos debimos haber mentido ambos, y lo doy por hecho porque si hubiera sido de otra manera, lo nuestro no habría terminado de la forma que lo hizo. Dos veces en la vida me han dicho - de verdad - te amo, una vez cara a cara, la otra en un mensaje de texto. Yo lo dije muchas veces, ebrio, ironizando en engrupidas juveniles, nunca en serio, la última vez fue hace 10 años. Creo que todos mienten, me parece interesante, me ejercito en calcular el porcentaje de verdad de todos con quienes hablo. Se que de todos mis escritos, éste es el más pobre. Ni recién escrito me gusta. Pero está hecho con una intención y la cumple : Abrir la ventana un rato, para que entre el aire.
¿Y lo que no he escrito?¿Y lo que no he dicho?. Hay verdades tan simples que nos invaden, sencillas como la tierra seca, que ocultamos al mundo por temor precisamente a parecer tan sencillos que nos etiquetaríamos de vulnerables. Y bueno, hoy voy a hablar de esas verdades, quiero una pequeña catarsis, quiero decir algunas cosas, en palabras simples y reales. Quiero contar algunas verdades por la terapéutica razón de leerme en un tiempo más y saber quien fui el día que las escribí. Verdades sencillas como que odio bañarme y me gusta limpiarme la nariz con los dedos. Contar que hay días en que querer a la familia es una carga sofocante de la cual me gustaría librarme, y que internamente me avergüenzo de hablar tanto en público y siento rabia por ser de esa odiable clase de majaderos-sabelotodos-que-nunca-pierden. Aprovecho de decir que siendo socialista hasta el ADN, detesto a la mayoría de los pobres que conozco por flojos e ignorantes y que por otro lado, desprecio tanto los ideales de la derecha que soy capaz de mentir por defender mis principios políticos. Aquí voy con otras verdades más : Cada día se agrega una nueva gota de envidia en mi mente al pensar en mis coetáneos con hijos. Hay días que pienso que soy estéril y me da miedo averiguarlo. Estoy seguro de que me han querido más mujeres de las que oficialmente lo han hecho. Tan seguro como que sé que he querido a menos mujeres de a las que oficialmente se los he dicho. Y sigo : A diario me siento mas mediocre y tonto que esa imagen que trato de proyectar al mundo, y en secreto voy a la iglesia todas las semanas, en un horario solitario y rezo. Y en esos rezos le digo a Dios que volví a creer en él no porque realmente crea que existe, sino porque prefiero que exista. Sumemos a ésta cataris la siguiente lista : El mejor momento de mi rutina diaria es cuando salgo a visitar clientes y tengo tiempo de cantar en voz alta dentro de mi auto. Casi todos mis amigos me aburren y últimamente he creído que en realidad no tengo amigos. Mi habitación está sucia casi todo el tiempo. Pagaría por nacer de nuevo y ser hincha del Colo Colo. Me gustan los días soleados porque en los nublados me deprimo. Dejo inconcluso cada proyecto personal que inicio. Prefiero viajar solo SIEMPRE, aún cuando digo que lo he pasado bien, ahí probablemente estoy fingiendo. Consumo voluntariamente antibióticos todo el año, me hacen sentir seguro y freak, y eso me otorga un extraño tipo de orgullo. Me acuerdo de ti cuando suena (sí, creélo) una canción de Arjona que habla de los daños a terceros, y pienso en los daños a terceros, segundos y primeros y en cuanto nos debimos haber mentido ambos, y lo doy por hecho porque si hubiera sido de otra manera, lo nuestro no habría terminado de la forma que lo hizo. Dos veces en la vida me han dicho - de verdad - te amo, una vez cara a cara, la otra en un mensaje de texto. Yo lo dije muchas veces, ebrio, ironizando en engrupidas juveniles, nunca en serio, la última vez fue hace 10 años. Creo que todos mienten, me parece interesante, me ejercito en calcular el porcentaje de verdad de todos con quienes hablo. Se que de todos mis escritos, éste es el más pobre. Ni recién escrito me gusta. Pero está hecho con una intención y la cumple : Abrir la ventana un rato, para que entre el aire.